Hace muchos años en un reino muy lejano un joven príncipe habitaba 2 personajes. El primero se llamaba OSCURIDAD era un ser lleno de miedos e inseguridades, este personaje era muy solitario, sin embargo, contaba con 2 fieles amigos que aparecían única y exclusivamente cuando el príncipe deseaba algo muy fuerte en lo más profundo de su corazón.   Sus amigos eran el Loro y el Sapo.

El Loro hablador era muy peculiar, permanecía rondando en su cabeza para llenar sus pensamientos y deseos de matices negros y grises que no le permitían crecer ni avanzar en la vida. Las frases típicas del amigo Loro eran:

  • Yo no puedo
  • ¿Será que soy capaz?
  • Mejor me quedo en donde estoy, acá estoy bien. 
  • Soy un desastre
  • Yo no soy bueno para eso

Su otro amigo era el Sapo, un bocón empedernido, un compañero que lo cuestionaba permanentemente y juzgaba todos sus actos diciendo… 

  • ¿Tú? Tú no tienes las cualidades para hacer eso.  
  • Inténtalo… pero no creo que lo logres.
  • Tú no naciste para eso 
  • Eso no es lo tuyo
  • Deja de soñar ¡Despierta! 

Estos grandes amigos habían traído a su vida tantas desgracias, el príncipe pensaba que eran sus mejores consejeros y aliados hasta que un día su padre le anunció que quedaba muy poco para que lo sucediera en el trono y cuando esto ocurrió el príncipe quedó petrificado del miedo y del terror, el sentía que no era bueno para nada, sus grandes amigos se lo habían repetido durante toda su vida, día tras día hasta que él, lo terminó creyendo. Pero este fue un día que el príncipe jamás olvidaría, decidió acercarse a su padre y preguntarle ¿Qué ves tú en mí para elegirme como tu sucesor?, su padre sonrió y lleno de amor le dijo: Hijo tu naciste para ser rey, eres un joven lleno de pasión, deseos y sueños por cumplir. Tienes un gran corazón, el reino necesita de ti. Luego de escuchar estas palabras el príncipe fue a un espejo y se repitió en voz alta la misma pregunta ¿Qué veo yo en mí para ser rey? Y mirándose fijamente a los ojos encontró una respuesta que lo hacía único, y en voz alta se respondió: veo valentía, fuerza y coraje. Fue allí donde el príncipe descubrió su segundo personaje BRILLO, este personaje trajo al príncipe regalos maravillosos. Le enseñó a enfrentar y a callar a sus más fieles amigos el Loro y el Sapo, le regaló un traje lleno de luminosidad que le permitían amarse, respetarse y estar para otros. Brillo convirtió al príncipe en un rey lleno de grandeza y amor. Cuando aparecía OSCURIDAD en compañía del loro y el sapo, el rey llamaba fuertemente a BRILLO y jamás volvió a permitir que nada ni nadie cortara esas grandes alas que la vida le había otorgado.  

BY